Flores para Laura…(2)

…Laura aparcó el coche y bajó de él. Cogió las llaves, el bolso y su carpeta de papeles y caminó sobre unos elevados tacones finos, con paso firme y decidido.

LLegó a la puerta de un Edificio todo de cristales, de estos que parecen espejos, algo descuidados y bastantes sucios, por cierto, Había llovido y presentaba un aspecto lamentable…… Laura no….. El Edificio…..Entró y se sentó en uno de los pocos asientos que quedaban libres.

La planta baja estaba llena de gente.    Muchas mesas, numeradas, con personas trabajando tras sus sillas con ordenadores, otras sentadas con éstas, delante de las mesas y papeles, muchos, muchos papeles y gente, mucha, mucha gente.  Gente de pie esperando, otros sentados, pero sobre todo, había mucho, mucho ruido…. ese ruido que se cuela en tus oídos y te taladra hasta  los tímpanos…..

Laura miró una pantalla que colgaba del techo donde salían escritos nombres y apellidos e indicaban el numero de una mesa. En la entrada del edificio se agolpaban hombres y mujeres que fumaban nerviosos.  En el escaso espacio libre que había, corrían y se peleaban sin paran dos crios, de unos 6 u 8 años más o menos, sin que sus madres hicieran nada por evitarlo,  y el Guarda de Seguridad, con aquel uniforme, parecía más el Director de todo aquel «cotarro» que eso, un sencillo «segurata». Porte altivo y aquí voy yo. Que soy el Guarda de Seguridad y mando y sé más que todos ustedes.

Pobres ignorantes, pensó Laura….y sintió una extrema tristeza….por los que no habían tenido suerte en la vida, por los que no tenían salud,  por los que no habían podido estudiar, por los que no habían tenido suerte en el trabajo, por los que no habían tenido hijos, por los que habían tenido hijos problemáticos,  por lo que habían nacido en una familia y no en otra, en un país y no en otro, con unos recursos y no otros,….con un pan debajo del brazo ….o sin pan que llevarse a la boca….vida de mierda….

El tiempo transcurría lentamente y tras una hora de larga espera que Laura se tomó con toda la paciencia del mundo, pues ahora el tiempo le sobraba….la inicial de su nombre y sus apellidos salieron escritos en la pantalla que colgaba del techo indicando, mesa 10.  Laura se levantó y se dirigió hacia la mesa.   Dio los buenos días y pidiendo permiso se sentó en la silla. Cogió su carpeta y sacó sus papeles, todos perfectamente preparados y se los entregó al funcionario que la atendía.

Poco tuvieron que hablar. El funcionario selló  la copia de su solicitud y Laura recogió su documentación  y se marchó apresuradamente de allí, como si le faltase el aire.  Verdaderamente le faltaba. Respiró profundamente como si le fuera la vida en ello…

A unos diez metros del Edificio, Laura cogió su móvil e hizo una única llamada de teléfono.

  • ¿Tony?. Si, estoy bien…. Ya está todo arreglado.  Si. Voy para casa. Alli nos vemos. Un beso, Te quiero.

Colgó, se montó en el coche y volvió a su casa.

Cuando llegó, se quitó los zapatos, soltó el bolso, los papeles y la chaqueta y se sentó en el sofá, se acurrucó a su fiel amigo y lloró, lloró hasta quedarse dormida…..

Y por hoy…….. no cuento más AMIG@S.

MUCHOS BESOS Y FELIZ TARDE DE MIÉRCOLES.

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